ABUELA, ¿ LOS PENDIENTES ?

- Abuela ¿ dónde tienes los pendientes ?, me pregunta la mi nieta.

- " Hablar de los mis pendientes es recordar toda una vida.

- Hoy me los he quitado y los he colocado encima de la mesilla de noche que tengo al lado de la mi cama.

- Los mis pendientes encierran la historia de toda mi vida.

- La mi madrina del bautizo me los regaló ese día y ella los había heredado de la su madre y la su madre los había heredado de la suya.

- Como la mi madrina no tenía hijos, me los regaló a mí que fuí la única ahijada. Tenía dos ahijados uno de la su familia y otro de la familia del su marido.

- El orive de Rocagorda, un pueblo a unos diez kilómetros del mi pueblo, me los ha ido agrandando según yo iba creciendo.

- El día de la mi boda los llevé puestos pero solo para la misa, por miedo a perderlos. Me los quité, se los di a la mi madre y me puse otros con una piedra verde pero falsa. Eran pendientes de " cuatro perras " porque los mozos y las mozas del mi pueblo tenían la costumbre de subastar los pendientes de la novia entre los invitados.

- También subastaban el cinturón - la correa decían ellos - del novio.

- ¡ Qué risa !. Un año en la boda de la muchacha de Emilia le quitaron el cinturón al novio, que era de un pueblo de Andalucía y allí no había esa costumbre, y se le caían los pantalones ! ¡ Tuvo que ir la suegra a buscarle una correa del su marido !.

- Esos pendientes se los tengo prometidos a tu madre para que te los deje a ti en herencia porque eres la mi nieta más grande y la que más me quiere.

Foto  pinterest.es