¿ CÓMO SE LLAMABA ?
Mis padres me enseñaron que había que ser respetuoso con las personas mayores y no se debían hacer preguntas a esas personas.
En cambio había que responder a las preguntas que ellas te hicieran.
Una tarde, a mi regreso de la caminata hasta El Cabaco, se detuvo un coche junto al puente de la Pedragosa y se " bajó de él " un señor muy elegante.
Cogió su bastón del asiento trasero y se dirigió hacia mí.
Yo lo examiné minuciosamente: Gorra visera que le " daba cierta importancia " pues los hombres en Cereceda llevaban gorra bilbaína y, solamente en domingo, alguno se ponía la visera.
Pantalones con la " raya " bien marcada tras un rato de plancha, chaqueta elegante, camisa de fiesta y corbata.
Los zapatos negros brillaban al sol del atardecer, y un bastón en su mano izquierda. La mano derecha escondida en el bolsillo del pantalón.
Unas gafas muy finas, con la montura dorada, de hombre " de la capital ".
Yo esperaba su saludo y su pregunta.
Se dirigió hacia mí, luego al pretil del puente, miró hacia el río Cerezo, que no llevaba agua, y se volvió al coche.
Entró hacia el pueblo por la calle El Cabaco para dirigirse hacia El Altozano. Un " gato " me dijo que se detuvo un momento en la plazuela y enseguida, por la misma calle, retornó a la carretera de Ciudad Rodrigo.
Si hubiera podido le habría preguntado por su nombre.
Solamente esa pregunta: ¿ Cómo se llama usted ?.
Yo lo llamaré Juan porque mi abuela decía : " Vino, como Juan, sin decir " buenas tardes " y se fué, como Juan, sin decir " adiós ".
Foto pinterest.es
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