SEGURO QUE HAY TRATO

- Si quieres comprarle las ovejas a Nicomedes, déjame a mí que hable yo primero.

Estas palabras eran escuchadas en la taberna cada vez que el tratante de Ávila se acercaba por Cereceda.

Era algo habitual que el tratante visitase a su " amigo " del pueblo y se pusieran de acuerdo en el precio que ofrecería por el ganado a comprar.

- Lo he visto sentado en el machadero la su puerta, Tras el saludo lo dejamos que se siente y nos ponemos tú a la izquierda y yo a la derecha.

En cualquier negociación de pueblo hay que situarse en el lugar adecuado y a la hora más propicia para hacer los " tratos ".

- ya sabes que Nicomedes es " duro de roer ".

- Déjame a mí que le haga la oferta. Esa oferta, luego, la mejoras tú hasta el precio acordado.

- Y ¿ si le parece poco ?.

Yo lo convenceré de mi precio, para que el tuyo parezca un regalo.

Así se preparaba, casi siempre en la taberna de mis padres, la venta de ovejas o terneros o corderos o cabritos.

Puedo asegurar que el trato se hizo porque los tres  - el dueño de las ovejas y el comprador y su amigo - aparecieron por la taberna para celebrar el " trato " con unos chatos de vino y unos trozos de queso de oveja bien curado.

¿ Quién pagó el alboroque ?

Como siempre - y eternamente, que dicen los gallegos - el comprador.

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