SÉ TEMPLADO EN EL BEBER

Siempre escuché en Cereceda, desde que tengo memoria, que los únicos que dicen la verdad son  los niños y los locos.

Mi padre, propietario de una taberna - posada en el pueblo, y hombre que escuchó muchas " cosas " detrás de la barra, añadía estas palabras a quien decía la frase anterior: " y los borrachos ".

En mis años de " camarero " aprendí que algunas personas cuando bebían en demasía o cuando, por lo menos, se ponían " contentos ", era normal que hablasen mucho más de lo que debieran.

También recuerdo otra frase de la taberna : " invitadlo a otro trago y veréis cómo os cuenta todo lo que queráis saber de las mozas del pueblo ", le decía algún mozo viejo a los mozos forasteros.

Mi abuela Fausta decía que quien bebe demasiado en un bar de Tamames tras vender los churros, además de gastarse una parte del dinero de la venta, dirá a todos los duros que le ha valido. 

Mi padre me había dicho miles de veces que aunque una persona " con mal beber " me dijera que sirviera un chato vino a todos los presentes, no le hiciera caso porque nunca pagaría esa invitación.

Sabio consejo el que proporciona don Quijote a quienes quieran hacerle caso.

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