sábado, 30 de noviembre de 2024

 LOS CORDERINES EN LAS ALFORJAS






El aldeano ha encontrado un buen resguardo para sus corderines: Las alforjas.

En Cereceda muchas veces las ovejas parían en la dehesa o en la sierra o en los praos a los que las llevábamos " porque esta oveja está pa parir ", decía mi padre.

Yo iba al mediodía, al salir de la escuela, " a dar una vuelta " y, si solamente había un corderín, me lo cogía, como buenamente podía, y me lo traía al corral.

Pero si había más corderines recién nacidas, me volvía al corral y me buscaba la ayuda de la burra.

Entonces entraban en acción las alforjas.

En cada lado de la albarda me cabían dos corderines.

Detrás de la burra venían las madres, que, muchas veces eran solamente dos, porque las ovejas en Cereceda parían dos crías o, incluso, tres.

El aldeano se ha tirado la alforja al hombro y en ella ha metido los corderines, cuando ha acudido al ferial a venderlos.

Además lleva uno al brazo.

Entonces no había furgonetas para trasladarlos.

En Cereceda los " gatos " y las " gatas " los cogían por las patas delanteras y así los llevaban al huerto, y así los devolvían al corral al atardecer.


Foto  pinterest.es

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