NUBE NEGRA . . . AGUA FECUNDANTE
A don Miguel le gustaba salir a pasear, los brazos a la espalda, por cualquiera de las carreteras que salían de la ciudad de Salamanca hacia el campo.
En más de una ocasión le pillaría alguna tormenta en esa zona de campo abierto y ahí, en campo abierto, es donde se le ocurriría el pensamiento que hoy refleja el blog:
" Jamás desesperes, aún estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante ".
En la costa mediterránea son famosas las tormentas: Nubes negras que oscurecen la luz del día y " calderos o herradas de agua que caen sobre quienes no encuentran refugio ".
En esos momentos de temor y lamento de algunas personas, yo siempre les digo : " Este agua es una maravilla para mi huerto "
Los árboles agradecen el chaparrón, y las flores echan nuevos capullos.
Y, como el agua por estas tierras es más cara que el wüiski, añado otra razón más de mi alegría: lo que cae del cielo son monedas de cinco céntimos o de diez céntimos, pues el agua que cae del cielo es gratuita, " gratis total ".
Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao el 29 de Setiembre de 1864 y falleció en Salamanca el 31 de Diciembre de 1936.
Profesor, escritor y filósofo.
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