PACIENCIA, SEÑOR SALUSTIANO, que ya picarán
El señor Salustiano era un gran aficionado a la pesca con caña.
Mi tío Horacio y yo éramos aficionados a pescar con el trasmallo, y otros " gatos " hacían la " faena " con una maza, que atontaba los peces y se subían a la superficie, donde los " cogías con la mano a puñaos ".
El señor Salustiano tenía una paciencia sin límites.
El señor Salustiano llegaba de otro pueblo " a pasar el rato en este río ", me decía todo serio.
Yo sospecho que en el pueblo donde vivía el señor Salustiano no había río.
Era un pueblo " maldito ",
" . . . en este maldito pueblo sin río . . . " La casa de Bernarda Alba - Acto 1 . ( F. García Lorca ).
Le gustaba sentarse en la orilla y esperar que picasen.
- " Paciencia, señor Salustiano, que ya picarán ", le decía yo.
Un día me preguntó mi nombre y, cuando yo se lo dije, añadió todo serio " a mí me llaman Salustiano ".
Mi padre decía que ese señor había sido jefe de estación y estaba cansado de ver pasar trenes.
" Por eso ahora le gusta ver correr el agua del río.
- No viene a pescar, viene ver correr el agua del río Yeltes, me dijo un día Roberto, seminarista en Calatrava, que venía algunas tardes " a darle conversación ".
Foto pinterest.es
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