DE TUS LEÑOS MIL, guarda alguno para abril, y, por si acaso, guarda alguno para mayo.

Este refrán se lo escuché más de una vez a la señora Cesárea. La señora Cesárea era la mujer del tío Manolo el herrero, que tenía la fragua en la calle Larga. El tío Manolo tenía un corral frente al corral de mis padres. En los corrales se guardaba la leña para la lumbre y había vecinos que no tenían corral en su casa y andaban siempre con la leña del corral a la casa, con un cesto " de los de las patatas ". Ella lo decía a esos vecinos que en el invierno gastaban y gastaban leña y raíces pensando que con el mes de marzo, se acababa el invierno.

En Navidades había corrales en los que ya no cabían más raíces, pero el frío apretaba en enero y febrero y, aunque ya no había que cocer los calderos para los cebones, el montón de raíces iba bajando en el corral.
Cuando se acababa marzo, y, algunos años, antes, ya no había " tiempo de ir a sacar raíces ," pero el frío permanecía en el pueblo.
Era un buen consejo más que un refrán. Muchos años el mes de abril y el mes de mayo parecían meses de invierno.
Yo estuve en Cereceda en el mes de junio hace pocos años, cuando estábamos restaurando la iglesia, y había que encender la lumbre. Quizás no se necesita por el día, pero " cuando se pone el sol " hay que encender la estufa  - ya no queda casi ninguna lumbre del suelo en el pueblo - porque las noches son largas y frías. Y el amanecer es " de escarcha y hasta de helada."

Foto  Revista PATALOSO  nº 4. Agosto 2.019

NOTA .- Este artículo hace el nº 2.900 de los publicados en el blog Pataloso.
             
             Se lo he dedicado a la señora Cesárea, la madre de Juana y de Luís, la esposa del tío Manolo el herrero, mi vecina de la calle Larga, que siempre me regaló consejos y palabras de alabanza por mis calificaciones en la Normal y en la Universidad.
Cuando se quedó ciega y yo acudía a visitarla, me decía : " Eres Nachito. Te conozco por la voz, pero acércate para que te toque las barbas. "