SI NADA SOBRA EN TU PLATO, no tengas perro ni gato.

Hace años los perros se alimentaban de las " sobras " de la comida, de los huesos, de la comida de las gallinas, de los rebojos que los dueños le daban.

Los perros siempre han sido de los dueños de la casa.
Los gatos, que siempre han sido " protegidos " de las mujeres de la casa, solían recibir, muchas veces, comida especial.
En mi casa era corriente ver a mi madre subir al sobrao para ponerle en un plato leche a la gata y a los gatinos. En la época del queso los gatos engordaban porque mi madre tenía siempre, en el sobrao, un tazón lecho del líquido sobrante de los requesones. Se cocía el líquido de hacer los quesos y se hacían requesones. Lo que sobraba iba destinado a los gatos, a los garrapos pequeños y a los churros. A mi perro no le gustaba y no había peleas de perro y gata con sus crías.

Con la llegada de la vida " moderna " los gatos y los perros se alimentan de pienso.
Hay comida para gatos y comida para perros en todos los supermercados, además de en las tiendas de animales de compañía y en las clínicas veterinarias.
Yo tengo perros que se alimentan de un pienso especial destinado a perros de una determinada raza.
El refrán, como otros muchos, ha perdido actualidad.

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