ESTAR DE BUEN AÑO
Es un dicho que se refería a personas, animales o a cosas.
Cuando se veía a un abuelo que había pasado una enfermedad de las que había en Cereceda en los helados inviernos y la había superado, e incluso, había mejorado en el color de cara, siempre se le decía que estaba de buen año.
- Este año las lluvias han sido abundantes y las vacas han tenido toda la yerba que han querido en los prados y en la dehesa, por eso están de buen año. Los churros valdrán dinero en la feria.
Yo me ponía contento y le pedía a mi abuelo Matías que me llevara con él hasta la Cabeza Fernando para coger unas espigas de cebada y hacer el viaje de ida y de vuelta " pelando " granos de cebada y comiéndolos como si fueran " lágrimas " de caramelos que se vendían sin papel de envolverlos y muchas veces pegados unos con otros.
El labrador de Cereceda se sentía de buen año cuando vacas, cabras y ovejas tenían mucha yerba y los churros engordaban sin pienso, y las cabras " parían a dos chivos ca una " y las ovejas tenían muchas corderas.
También se decía la frase cuando un " gato " o una " gata " había aumentado de peso y tenía buen color de cara. "
Así era el vocabulario de Cereceda cuando yo era chico.
Me da pena que se haya perdido.
Foto google.com
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