SAN ANTÓN METE A LAS VIEJAS EN UN RINCÓN
La próxima llegada de la Fiesta de San Antón hace que el blog traiga a la memoria algunos refranes dedicados a un Santo al que " pedían ayuda " casi a diario las señoras " gatas ".
En las cocinas de las casas de Cereceda había cuatro rincones.
Solamente eran de utilidad para sentarse los dos rincones que estaban el uno a la izquierda de la lumbre y el otro a la derecha.
En uno de esos rincones se sentaba la abuela y en el otro el abuelo.
- Yo siempre he visto en mi casa que la abuela se sienta a la derecha de la lumbre y el abuelo a la izquierda.
La llegada de San Antón y de San Pablo Ermitaño ( a mediados de enero ) aconsejaban a los " gatos " viejos y a las " gatas " viejas quedarse en la cocina todo el día.
Recuerdo que a mi abuelo Matías al llegar esas fechas le prohibían salir al corral o a la cuadra a " echar un vistazo " a los corderines y a los chivines.
Esa prohibición le hacía " poca gracia " y, si podía, se asomaba a la puerta para ver a la bulliciosa piara de ganado lanar y cabrío " triscar por el corral ".
En Cereceda las " personas " mayores temían salir a la calle por el yelo que formaban los charcos de la lluvia o la abundancia de nieve en las calles orientadas al este.
Eran " buenos días " para que nos contaran su vida y sus aventuras y sus hazañas, unidas a historias de " lobás " ( ataques de los lobos ), o de grandes nevadas, o de amores mozos con baile de gaita y tamboril.
Foto Google.com
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