LA VENTANA SIEMPRE ABIERTA
Esa ventana tuvo poca suerte en la vida.
Su vida es muy larga pero solamente durante tres años fué " importante ".
La luz que por ella penetraba, dejaba ver el abandono al que hoy estaba sometida.
Un tiempo - desconozco desde cuándo aunque algún vecino me dijo que la casa fué levantada en los dos primeros años del siglo XX -fué la vivienda de Sinforoso - aunque lo llamaban Sinfo - y de su mujer, Benilda.
Tenía nueve cristales siempre limpios y una cortina blanca o rosa en la parte interior.
El año que Sinforoso y Benilda se fueron a Asturias - era la provincia a la que se iban todos los emigrantes del pueblo antes de dar el salto a Alemania - la ventana quedó cerrada.
Nadie sabe quién la abrió y la dejó abierta.
Entonces comenzó a golpear con las ráfagas de viento - un viento gallego intratable - y dos cristales se desprendieron y se hicieron " añicos ".
Nadie los reemplazó por otros nuevos.
Hoy el gorrión hembra, de nombre Jerchuna, está feliz porque reposa en el hueco y, desde allí, el mundo es más " bonito ".
Foto pinterest.es
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