MIS TRES  " MEDALLAS " INFANTILES

Cuando yo era niño en Cereceda, me gustaba presumir, como le ocurría a todos mis amigos, de mis tres medallas:

. Una escalabradura en la rodilla.

. Un solo tirante cruzado en el pantalón.

. Una pitera en la cabeza.

Cuando yo era niño llevábamos pantalón corto.

Cereceda tenía las calles de barro y piedras y el campo escolar era un terreno de tierra con abundancia de piedras, hojas caídas de los pinos, que resbalaban, y piñas caídas que nadie recogía.

Cuando levantaron el juego pelota era muy fácil caerse al intentar alcanzar la pelota, sobre todo, cerca de la pared vertical.

Las rodillas de todos los " gatines " estaban siempre llenas de " escalabraduras ".

Mi madre me hacía, como todas las " gatas " a los sus hijos, los pantalones.

Eran pantalones cortos de pana, que en ocasiones procedían de los pantalones de mi padre o de mis tíos.

En esos pantalones se cosían dos tirantes en la parte trasera, mientras que en la delantera se hacían unos hojales en los que asegurar los botones que llevaban los tirantes.

Eso era lo ideal, pero enseguida mi madre tenía que coser también los tirantes en la delantera. Así era muy difícil " ponerse " los pantalones.

La solución era descoser la delantera de un tirante, que pasaba a ir colgando por detrás. El tirante que quedaba mi abuela me lo cosía cruzado.

Las piteras eran abundantes, provenientes de caídas o de " pedradas " en las guerras que se hacían tras la iglesia o en cualquier calle del pueblo.

Una " guerra a pedradas " era normal entre " gatines " de una calle contra otra, o del barrio de La Esquina contra los del barrio de El Chapatal.

A todos nos gustaba presumir de nuestras tres medallas : la escalabradura, el tirante cruzado y las piteras.

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