miércoles, 24 de marzo de 2021

 "  PA TI LA PERRA GORDA "


Es una frase de pueblo con la que se acababan algunas discusiones.

En mi niñez había la perra chica y la perra gorda. Eran las monedas corrientes de inferior valor.

Una perra chica era una buena " propina ". La perra gorda era una " propina excepcional. D. Antonio nos daba una perra gorda a todos los monaguillos el día de San Marcos. Ese día - el 25 de abril - necesitaba a todos los monaguillos en la celebración de la Santa Misa y en el toque de las campanas.

Con la perra gorda que ganabas en la Misa podías comprar caramelos, fósforos y hasta chochos salaos que vendían en el bar de Cándido. Una media caza te costaba una perra chica. El dulcero de Cereceda te daba unas almendras por una perra chica.

Cuando había una discusión y no se ponían de acuerdo las dos personas, una de ellas acababa la discusión con esa frase : " pa ti la perra gorda ", y asunto resuelto.

Cuando jugábamos a la rayuela con petacones de cobre, el pago se hacía en perras chicas. Era una apuesta muy elevada, a la que los muchachos no jugábamos apostando una perra gorda.

El final del juego siempre era para ver quién se llevaba la perra gorda que poníamos como " señal " en la raya. Quien la ganaba " había hecho la tarde ", decía mi tía.

- Toda la tarde jugando y al final te has llevao la perra gorda. ¡ Menudo premio !. decía ella.

Foto  google.com

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