¡ PON LA TABLA, QUE SE ESCAPAN LOS POLLOS !
María, GATA 2.019, me envía un correo de felicitación navideña y de buenos deseos para el Año 2.022. Además me pone una frase que su grand-mére dice en la época del frío - en su país hace muchísimo frío, añade - cuando el aire congelado se cuela por debajo de la puerta del cobertizo. Su grand-mére le cuenta que esa frase la decían todas las mujeres del pequeño pueblo de Castilla en el que ella nació.
Era también el grito de mi abuela cuando dejábamos abierta la puerta del chicorzo en el que habían estado pasando la noche las cabras
Cuando tocaba el cabrero - cencerra en mano- y las cabras salían " p´arriba" o " p´abajo " según estuviera el tiempo porque, si hacía frío, mejor la sierra y la zona de robles, mi abuela metía la gallina y sus polluelos en ese chicorzo. Allí quedaban granos de cebada que las cabras habían tirado al suelo de los canalones en los que se les ponía la comida.
Después, al llegar el mediodía, mi abuela les abría la puerta del chicorzo para que buscaran comida por todo el corral. Muchas veces esa comida eran los excrementos del ganado bovino.
El corral tenía una puerta de madera comida por la humedad y con las tablas de abajo medio rotas. La solución para que la gallina y los polluelos se quedaran en ese recinto era colocar una tabla gorda de madera de roble tapando el hueco que había " por debajo de la puerta ".
Los pollos tenían prohibida la salida a la calle porque en la calle había vacas, carros, burros y hasta animales más pequeños que podían pisarlos.
Para mi abuela, " gata " con muy mal genio, era un entretenimiento vigilar la su gallina clueca y los sus polluelos, que siempre superaban la docena.
Ella colocaba en la cesta en la que encerraba a la clueca docena y media de huevos - 18 huevos - para sentirse contenta si ese año la clueca le proporcionaba una docena de pollitos.
Recuerdo sus gritos, sus amenazas y sus enfados cuando alguien, gente menuda o gente mayor, dejaba abierta la puerta del chicorzo o quitaba la tabla bajo la puerta de la calle.
Con el tiempo cambió la tabla por un buen madero de roble.
Foto pinterest.es
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