ANDOBA
En Cereceda se decía también ANDÓBAL.
Se usa para referirse a una persona cualquiera de la cual se ignora la identidad o bien no hace falta mencionarla por ser suficientemente conocida.
Generalmente es una persona conocida por el hablante y por el oyente.
Se utiliza de forma despectiva.
- ¡ Mira que se acerca a mí y me pide un cigarro !. Pero ese andoba qué se ha creído. ¡ Que yo soy el estanco !. Y encima le sienta mal que le diga que yo no fumo. Que le pida a su hermano que se chulea con el cigarro entre los dedos en la taberna.
- Hoy, al salir de misa, he visto en la plaza al andoba de la Juana. Ese chico me da mala espina. Siempre anda metido en líos por todos los pueblos que pasa.
- En la taberna estaban Josepe y Nicandro hablando del andoba que se ha echao de novio la Marilucita y que ya va por tercer domingo que viene a verla. Te digo que ése es un andoba, que no se sabe de dónde ha venio. Y ¿ no va el Luisín y pregunta de quién estamos hablando ?. En el mi pueblo cuando a uno lo llamamos con ese nombre es que es un cualquiera, casi como el perro del Zacarías que se va detrás de cualquier piara de ovejas " a ver si le cae algo ".
Siempre se utilizaba para un mozo o un hombre mayor, y nunca lo escuché referido a una muchacha o a una mujer.
En Cereceda era un " insulto " demasiado grosero llamar andoba a una mujer.
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