TODAS LAS ESCALERAS SE PUEDEN SUBIR PELDAÑO A PELDAÑO
Esta frase de un hombre culto mi padre la decía aplicada a Cereceda :
" Ninguna tierra es tan grande que no se pueda segar surco a surco ".
Antes de hacer la concentración parcelaria, la mayoría de los " gatos " tenían tierras pequeñas o muy pequeñas
Mi padre tenía - las tierras eran siempre del " gato " - solamente una tierra grande en la Hoja de Arriba y otra tierra grande en la Hoja de Abajo,
La tierra grande de mi padre era la Monte la Rade.
En esa tierra mi madre y yo , que tenía 9 años, nos pasábamos el verano de siega, por la mañana y por la tarde.
Segábamos los dos y ataba mi madre mientras yo seguía segando o me marchaba a regar la poza de las Canalejas o de las Dos Cerrás.
La tierra " grande " era el Rozo del tío Fael.
Valdecarros era una gran finca pero era de muchos vecinos por lo que cada vecino tenía dos suertes grandes y dos suertes pequeñas.
Esas tierras - las grandes y las pequeñas - las segaban los " gatos ", pero sobre todo las " gatas " y su prole porque eran muchos los " gatos " que se iban a Aldeatejada o a Villamayor a ganar dinero para pagar el mineral y la cubierta a Ceferino Peix de Tamames, que era quien les proporcionaba el mineral para abonar sus tierras.
Como ven, la frase de la escalera la he transformado con la ayuda de mi padre en una tierra de trigo.
La escalera más alta que había en Cereceda era la escalera de subir al tenao de la paja, una escalera de madera de roble con los pasos reforzados a cada trecho porque la escalera de subir a las campanas estaba dividida en dos tramos : uno hasta la tribuna y otro desde la tribuna hasta las campanas.
Foto pinterest.es
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