martes, 11 de octubre de 2022

 NO ME SE MOJA NI LA GORRA








En Cereceda - lo he manifestado en muchos artículos - todos los " gatos " eran meteorólogos.

- Tendrás que volverte pronto porque El hombre del Tiempo ha anunciao lluvias pa hoy y pa mañana, le dijo el herrero a Teodulfo.

El herrero escuchaba el tiempo en el parte de la noche y contaba en la fragua las noticias porque era uno de los pocos " gatos " que tenía " arradio " en los años 50 del siglo pasado.

Dulfo - así lo llamaba la gente porque el nombre completo era muy largo - le replicó " con sorna " : Ese tío habrá dicho que hoy llueve en Valdecarros pero yo voy pa los Limpios y p´allí te aseguro yo que no me se moja ni la gorra.

Cuando la lluvia era suave y prolongada a lo largo del día, los pastores y los " gatos " llevaban el capote con el que se cubrían la cabeza y todo el cuerpo hasta los pies de la lluvia y del frío.

Al volver a casa, la mujer le preguntó si había llovido mucho porque ella había estado atareada con hacer el pan y cocerlo en el horno y, aunque había salido al corral a atender las gallinas y los garrapos chicos y había oído " caer las canales ", no había salido a la calle ni se había asomado al huerto.

El marido, tras colgar el capote de un buen clavo que tenía en la cocina cerca de la chimenea, le respondió : " mira la gorra, está seca ".

La gorra, que los " gatos " llevaban todos los días para cubrirse la cabeza, era un símbolo del tiempo que hacía en el pueblo.


Foto  Google.com


La gorra de los " gatos " era la boina.

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