A LA MESA Y A LA MISA SÓLO UNA VEZ SE AVISA
Es un dicho que mi tía Floripe solía repetir domingo tras domingo cuando sus hermanos no " aparecían " a la hora de la comida porque se quedaban charlando en la plaza o sentados en el machadero de la puerta y " ella los avisaba pa comer ".
A la misa de los domingos de Cereceda se avisaba mediante varios toques : las primeras, las tres, las dos y las todas.
Nunca existió una relación de reloj entre un toque y otro. Dependía de la llegada del párroco que, además de Cereceda tenía misa dominical en La Bastida y en Cilleros, o de la prisa que tuviera en acabar la celebración por otros compromisos posteriores, los bautizos.
Cuando el celebrante era el P. José Manuel Macías - Pepe el fraile, " gato " y fraile dominico - " había que espabilarse porque Pepe no tiene reloj y da todos los toques seguidos, sobre todo, en Navidad. Él dice que " en la iglesia hace frío y hay que irse a la lumbre y a comer ".
A mi tía Floripe y a todas las " gatas " les enfadaba que avisaran " ya está la mesa puesta " y los hombres siguieran de charla a la puerta " cuando el precio de los churros ni sube ni baja mientras comemos ", decían las gatas a sus maridos, quienes se disculpaban con el tema del precio de los churros.
Sabio consejo el del refrán, pero en Cereceda era " ley sagrada " el que la familia debía comer junta los domingos y días de fiesta pues los días de trabajo , unos comían en la cocina y otros en las tierras con el arado y las vacas, o en Valdecarros " sacando raíces ".
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