EN NOVIEMBRE haz la matanza y llena la panza
Es un refrán castellano que en Cereceda era " despreciado " porque se consideraba que la matanza en Noviembre era muy temprana.
Hasta entrado el mes de Octubre, mi madre tenía el caldero de cocer a los marranos en el cuarto de las patatas.
Una vez sacadas las patatas, que algunos años lo hacíamos en fechas próximas a la fiesta de la Virgen del Pilar y siempre después de la fiesta de la Virgen del Rosario - el primer domingo de Octubre - la patrona del pueblo, era el comienzo de colocar el caldero, colgado de las llares, a la lumbre.
A los cebones se los engordaba en dos meses y medio largos, decían las " gatas ".
En el caldero se echaban remolachas y patatas. Eran las patatas " picás " por la azada al sacarlas o las patatas chicas, las que llenaban el caldero.
Hasta esas fechas las remolachas estaban engordando en los linares y, como a mi padre le disgustaba arrancarlas antes de tiempo, era a mediados de octubre cuando teníamos que acudir mi hermano y yo a buscar remolachas, unos años a las Dos Cerrás y otros años a las Canalejas.
Las matanzas en Cereceda se celebraban en fechas próximas a las Navidades.
Cuando yo era estudiante en la Escuela Normal de Maestros de la capital, las familias esperaban la llegada de " los sus " estudiantes para hacer la matanza.
La matanza era una fiesta familiar que duraba unos cuantos días pues cada " casa " acudía a varias matanzas además de la suya.
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