TAN ALTA COMO EL TEJADO DEL CHIVITERO

El chivitero era un pequeño corral en el que se guardaban las crías de las cabras por el día mientras sus madres estaban en el monte guardadas por el cabrero.

 También se guardaban por la noche cuando se los llevaba al corral para que " mamaran " la leche de sus madres al llegar la " cabriá " y de esa forma se impedía que estuvieran toda la noche molestando a sus madres.

 A la mañana se realizaba otra vez el encuentro de madres y crías antes de que " tocara " el cabrero con una cencerra por las calles del pueblo -  para que los vecinos "sacaran " las cabras de los corrales.

Muchas veces el chivitero era un apartado, levantado con palos de roble, dentro del corral.

En algunos tejados de Cereceda la distribución de las aguas obligaba a hacer una caída muy larga para que las canales llegaran a la calle.

Algunas veces la caída de un tejado iba recogiendo aguas de otros tejados y su llegada a descargar la " carga de agua " obligaba a dejar las canales a la altura de una persona.

Hermenegilda, la moza más guapa del pueblo, se ha parado junto al tejado de un chivitero y su cabeza ha quedado a la altura de las canales.

Esas canales tenían la protección de grandes piedras para que la " riada " no se llevara las tejas coberteras.

 Como la pared tenía poca altura y debía aguantar el peso de las vigas y de las tejas del tejar del tío Santos y el peso del agua que llenaba las canales, las piedras de la pared eran piedras de granito - piedras de cantería - sin tallar y apoyadas las unas en las otras, y con barro mezclado con paja para " hacerles la cama ".

Recuerdo que en mi niñez había en Cereceda un chicorzo con el tejado muy bajo al que los muchachos nos acercábamos para coger chupiteles con la mano cuando íbamos a la escuela por la mañana.

Los chupiteles eran los helados gratis que el invierno nos regalaba y que hacían enfadar a D. Juan, el médico del pueblo, porque producían abundancia de anginas y dolores de garganta.

Hoy hace sol, y la moza lleva el pañuelo que todas las " gatas " llevaban " cada día " por la calle, y algunas, también dentro de casa para cubrir su cabellera.

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