jueves, 21 de diciembre de 2023

 CHICHIRIMOCHE, chichirinada






Dos palabras que las " gatas " siempre decían seguidas y con una entonación despectiva.

- Ayer dijeron en el bar y en la plaza que el domingo por la tarde iba a venir un señor de un Banco y a todo el que abriera una libreta en ese banco le regalaba quinientas pesetas. El mi Juan, que nació tonto y sigue tonto, se lo creyó y se pasó toa la tarde esperando al banquero, que al final llegó y dijo que les habían informado mal y que su regalo era de cinco pesetas a todo el que abriera una cartilla con quinientas pesetas. Como decía mi abuela " chichirimoche, chichirinada ".

Yo le opregunté a mi tía Floripe por esas dos palabras y me dijo que había una frase que decía " A la noche, chichirimoche y, a la mañana, chichirinada ".

A mí ahora me sonaba mucho mejor la frase, pero yo seguía sin saber su significado.

Ella me explicó que por la noche las personas se hacen grandes ilusiones y es muy fácil engañarlas con sueños bonitos, pero, a la mañana, al despertar, chichirinada.

Una señora " gata ", especialista en estos temas, me contó que un día apareció por el pueblo un hombre con corbata y gabardina que ofreció en la taberna de mi padre comprar todos los sacos de patatas que había en todas las casas y, además las pagaba diez céntimos mas que los otros compradores que habían estado la semana de antes.

- Y se apuntaron todos, le dije yo.

- Enseguida se corrió la voz y todo el que tenía patatas pa vender acudió a la taberna y tu padre fué apuntando en un papel los nombres y los sacos que cada uno vendía. Y hasta calculó lo que le valían las patatas a cada vecino. Todos volvieron contentos a dormir. A la mañana siguiente el tío había desaparecido y las patatas se quedaron en donde estaban. Como decía mi madre : " A la noche, chichirimoche y, a la mañana, chichirinada ".



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