POR MUCHO SOL QUE HAGA EN DICIEMBRE, lleva tu capa siempre
Las capa no suele tener mangas.
En mi niñez ningún " gato " usaba capa en Cereceda.
El sol de diciembre es un sol " de engañifa " decía un guardia civil andaluz - de un pueblo de Jaén - que acompañaba al cabo Juan, y que renegaba del frío que hacía en Cereceda.
Su capote de guardia civil le protegía un poco de las bajas temperaturas " gatunas " y en muchas ocasiones mi madre le tuvo que apartar de la lumbre de la cocina, donde se refugiaba nada más llegar a la posada.
En Diciembre el sol - que sale por el Codorro - tarda mucho " rato " en tener fuerza para dar calor, si antes no se lo impide alguna nube o la niebla mañanera sobre el río Yeltes.
Mi padre decía y mi madre me lo recordaba a diario que en Diciembre - el mes de las matanzas y de las Navidades - " hay que llevar siempre el gorro y la bufanda y los guantes porque el sol no calienta ".
Las tres prendas de abrigo y yo éramos malos compañeros, porque el gorro me asfixiaba, la bufanda me ahogaba y los guantes me impedían voltear la estufa llena de brasas, camino de la escuela.
Foto pinterest.es
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