EL BOTO DE VINO
También había comarcas en las que el boto se llenaba de aceite.
En la taberna mi padre tenía un boto que le había regalado un amigo de Sequeros de la familia de los " Boteros ", al que le encargaba los pellejos que necesitaba para trasladar el vino desde la Sierra hasta Cereceda.
Ese boto tenía una capacidad de dos litros ( ocho cuartillos ).
Tenía la boca redonda hecha con un trozo de madera de castaño y con un tapón de corcho, regalo de un jurdano.
Cuando mi padre iba a comprar el vino a la bodega Cooperativa de San Martín, el boto se quedaba en la taberna, pero cuando iba a las bodegas particulares de sus amigos de Las Casas, de Sequeros o de Villanueva, llevaba el boto vacío y lo traía lleno, regalo de los vendedores.
En la taberna lo sacaba sobre la mesa en alguna fiesta familiar o en alguna comida " oficial " pagada por el Ayuntamiento porque el vino del boto era mejor que el vino " peleón " que vendía a diario.
Yo bauticé a ese boto con un nombre que me sugirió mi amigo el cabo Juan : " Pagafavores ", un nombre que a mi padre no le gustaba pues decía que era mejor llamarlo " Comprafavores ".
Era un boto que tenía dos nombres y el cabo Juan lo llamaba con un nombre y mi padre con otro nombre, pero yo sabía muy bien que se referían al mismo boto.
Foto Google.com
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