ABEJA Y OVEJA Y PARTE EN LA IGLESIA, desea a su hijo la vieja.
Era normal que en las familias ricas de las villas se destinase al hijo menor para estudiar la carrera eclesiástica.
En la España de los años 40 se recuperó esa idea y las familias ricas del campo - lo que hoy se denomina la España Vaciada - procuraban que el hijo menor de la casa se marchase a estudiar " para cura ".
Esa mentalidad estaba en la familia pues el hijo mayor y , si eran más los hijos, todos debían contribuir para que el menor " se hiciese cura ".
Era una forma de asegurar para los padres una " buena " vejez.
- Esta familia, referida a los padres, se ha marchado a vivir con el hijo cura.
Si el hijo cura se iba a Roma o a Comillas o a la Universidad de Salamanca a perfeccionar sus estudios, existía la posibidad de que obtuviera cargos importantes en la diócesis y, Dios mediante, tendría más medios económicos para " cuidar de sus padres ".
Las otras dos fuentes de riqueza que desea para sus hijos la vieja eran el ganado lanar que proporcionaba lana y leche para hacer el queso y corderos, era una " inversión " segura.
Suponía tener tierras en las que alimentarlas y era una ocupación muy lucrativa para el propietario que era también el pastor.
La tercera fuente de riqueza eran las colmenas, principalmente en las zonas de sierra o de montaña, lugares en los que la agricultura era poco productiva.
Recuerdo que un jurdano, que me " enseñó " todo lo que yo sé sobre las abejas, me contó que el " rico " de su pueblo " dejó en herencia las abejas al hijo mayor, las ovejas y las cabras al segundo, y al más pequeño le pagó los estudios en el seminario de Coria,
- Y , ¿ las hijas ?, pregunté yo
- Las casó, bien casadas, con mozuelos de otros pueblos pues en el mío no quedaban mozos ricos.
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