CARRO PROTEGIDO
En Cereceda había muchos vecinos que tenían carro.
¿ Qué hacemos con el carro ?, se preguntaron.
Algún carro apareció en La Piñuela para que los " merendadores " se hicieran una foto sentados en su pértiga o junto a las ruedas,
Algún otro se abandonó en el prao donde se trillaba o en algún huerto.
El carro estorbaba.
Ahora el corral, que era la casa del carro, se había convertido en garaje.
El coche, que llegaba con los emigrantes, le había robado la casa al carro.
Me gustaría que se hiciera un censo de los carros " útiles " que quedan en el pueblo.
Yo tengo guardados los restos de un carro : el buje, los aros, la piña, un mozo, el yugo y poco más.
El carro de la foto ha encontrado su nueva casa en un cobertizo donde protegerse de la lluvia y de la nieve.
Algún alma caritativa le ha puesto unas tejas encima de la pértiga que ha quedado fuera del cobertizo porque el cobertizo solamente protege la caja del carro.
¡ Gracias, muchas gracias !.
Seguro que ha sido el labrador que lo utilizó y a quien acompañó, años y años, en sus trabajos de huertos, linares y tierras.
- Mis hijos lo han echao del corral para meter sus coches, me dijo el dueño, con la mirada prdida en el tiempo.
Foto salamancartvaldia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario