SIMÓN VELA
En mi niñez yo tenía la costumbre de dormir en casa de mi abuela.
Era un viaje corto desde la calle Larga, donde estaba la casa de mis padres en El Chapatal, hasta la casa de mi abuela Fausta en el barrio de La Esquina.
Me marchaba todos los sábados y domingos, al igual que las vísperas de Fiestas.
Mis padres tenían la taberna y un " gatín " estorbaba en la cocina y " aprendía las malas costumbres y el vocabulario de los hombres ", porque antaño las mujeres se quedaban en sus cocinas sin acudir a la taberna.
Para dormirme era " costumbre " que mi abuela me contara cuentos e historias.
Entre esas historias mi abuela prefería la Historia de Simón Vela y la Virgwen de la Peña de Francia.
Las primeras palabras, que yo aprendí de memoria, eran los versos que resumían la historia del hallazgo de la Virgen Morena:
Simón, vela
y velarás,
que debajo de esta piedra
un tesoro encontrarás.
Y mi abuela le añadía algunos animales que lo acompañaban sierra arriba hasta la cumbre, y algunos copos de nieve o alguna tormenta con muchas " chispas " y muchos truenos, y mucho cansancio, y algo de comida en un fardel y una cantimplora con agua.
Estoy seguro que la historia de mi abuela no llegó nunca hasta el momento del misterio de encontrar la imagen de la Virgen porque mis carreras por la plaza, antes y después del rosario, me habían cansado tanto o más que el viaje de Simón Vela - siempre a pie - desde la Plaza del Corrillo de Salamanca, donde encontró a los carboneros de Cereceda, que vendían carbón de roble y hablaban de la Peña de Francia, hasta la Montaña Dorada, como la denominó Raúl Rentero Mateos.
NOTA . - Simón Vela encontró la imagen de la Virgen el 19 de mayo de 1434, hace 590 años.
Foto Manuel Marcos Robles, GATO 2021 La Peña de Francia nevada ( abril 2024 )
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