" ALUMBRó Y ADESTRÓ EN LA CARRERA DE VIVIR "

" Y fue así, que después de Dios, este me dio la vida, y, siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir ".

                                                  Tratado I de  El Lazarillo de Tormes   Anónimo.

El ciego es el primero de los nueve amos que , a lo largo de la obra, aparecen en la vida de Lázaro.

Para Lázaro la vida es una carrera con varios puntos de partida y de llegada. Es como una carrera por etapas : Unas son cortas y llanas; otras son largas y dificultosas; y algunas demasiado duras para Lázaro.

El primer amo le enseñó las dificultades de la vida y cómo superarlas.

Desde el coscorrón que le dio al acercar Lázaro, de forma voluntaria, su cabeza al toro del puente romano de Salamanca, para recibir la primera lección, las " enseñanzas van llegando día tras día con muy pocos descansos ".

- " Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo ", le dijo el ciego.

Y Lázaro se dice a sí mismo " que me cumple avivar el ojo ".

Hoy decimos " tienes que abrir los ojos y aprender a moverte por el mundo ", al menos, por el mundo en el que se va desarrollando su vida.

El ciego es su maestro.

Lázaro en muchos momentos cree haber aprendido bien la lección y ser capaz de burlar al ciego o de engañarlo.

Como me dijeron en repetidas ocasiones los personajes - cada uno era un personaje - que pasaban por la  posada de mis padres " el camino es la mejor escuela de la vida ".

Así veremos a Lázaro caminar y aprender con todos sus amos.

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