CELLISCA

Es una palabra muy " bonita " con una vocal débil situada entre dos vocales fuertes.

Es el nombre del temporal de agua y nieve muy menuda, impelidas con fuerza por el viento.

En la Cereceda de mi niñez había muchos días con cellisca.

Mejor diría muchas tardes con cellisca porque aparecía tras la puesta de sol.

- Esta noche nos espera una noche de cellisca. Hasta que cambie la Luna vamos a tener buena compañía, decía el tío Eugenio, que vivía en la bajada del Altozano hacia el puente La Cuesta.

Eran las ovejas quienes más odiaban a ese fenómeno meteorológico porque les impedía avanzar en su regreso desde la Sierra hasta el pueblo. 

- Desde que dejan el monte las ovejas sufren mucho con la cellisca, decía mi padre.

La cellisca unas veces la traía el viento gallego y otras el cierzo.

El cierzo era el peor de los vientos que azotaban a la ganadería del pueblo, pues era siempre viento helado que bajaba desde La Bastida.

Si la cellisca traía nieve mi padre la llamaba aguanieve y venía acompañada de hielo.

- Hoy está helando aunque sean las cinco de la tarde, decían las " gatas " mientras se preparaban para atender los corderitos que, atrevidos, habían acompañado a sus madres y que, algunos días, regresaban en los brazos del pastor.

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