EL CURA Y EL QUE CURA NO TIENEN LA HORA SEGURA
Se refiere al cura y al médico de pueblo.
Recuerden " gatos " y " gatas " que Cereceda tenía cura, médico, veterinario, maestro, maestra y secretario que vivían en el pueblo.
Esta frase hoy carece de valor porque un amigo, cura en las Hurdes, atiende a cinco parroquias y a dos alquerías, o el párroco de Cereceda que " tiene cinco pueblos ", en idioma " gatuno."
En la gran mayoría de los pueblos " ya no hay médico. El médico vive en la capital y viene un día a la semana a pasar la consulta " es la queja de miles de habitantes de los pueblos salmantinos.
En mi niñez Don Antonio y Don Juan podían ser llamados " a cualquier hora del día y de la noche para atender a un enfermo."
El sacerdote era llamado al atardecer y tengo en mis recuerdos de monaguillo el recorrer las calles desde la iglesia acompañando a don Antonio con un farol para llevar el Viático a algún vecino porque el médico había dicho que era mejor administrárselo esa noche que esperar al amanecer.
También me contó don Juan alguna anécdota de cuando lo llamaban para atender a algún enfermo de Cilleros y lo subían en el caballo quien había venido a avisarlo al oscurecer, cuando llegaban las cabras, y " entonces no había coches sino piernas y caballos ", me decía.
Son recuerdos de " un ayer " cada vez más lejano.
Foto google.com
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