CANTOR DE LEYENDAS.
Este artículo, escrito por su hijo Julio Aparicio, hijo de " gato " y nieto de " gata ", enamorado de Cereceda, se publicó en el nº 5 de la revista PATALOSO, Agosto 2.020.
Hoy, fiesta de San Pablo, Patrono de Cereceda, el blog lo publica con una enorme satisfacción pues D. Saturnino, el hijo del herrero, siempre se sintió orgulloso de su pueblo, Cereceda.
Mi padre nació el 20 de abril del año 1.901 en Cereceda. Sus padres Eduardo Aparicio Fiz, natural de Berrocal de Huebra, y su madre Isidra Marcos Rodríguez, " gata " de nacimiento. Fué el cuarto de los hijos del matrimonio. Serafín, Joaquín, Isabel, José Manuel, Jesús y Victoria fueron sus seis hermanos.
A los seis años comenzó los estudios en la Escuela de Cereceda regentada por Dª Sofía Aparicio. A esa edad comenzó a " tirar " del fuelle de la fragua de su padre y a iniciarse en el oficio de herrero.
Pronto pasó a ser el ebcargado de atender a los clientes.
Enseguida creó una serie de máquinas que le ayudaban en su trabajo : una tijera mecánica, una escuadra de doble T , una terraja de rosca izquierda, una máquina de taladrar hierro o una máquina de recalcar las llanata s de los carros.
En la fragua transcurría su vida en Cereceda hasta " ser llamado a filas e incorporarme al Regimiento de Artillería nº 16 de Valladolid. "
El final del servicio militar lo devolvió al pueblo y a la fragua.
Ya había hecho los herrajes de algunos balcones que hoy lucen todavía como los de la casa de Nachito en la Plaza.
De nuevo deja muestra de su buen hacer de herrero en los herrajes del balcón de la casa de Serafín. Ésta sería su ultima obra en Cereceda.
A los 27 años decide que " quería estudiar una carrera como habían hecho todos mis hermanos excepto Isabel."
Sus años de estudio fueron un largo itinerario de dificultades porque " mi padre tenía la ilusión de que yo siguiera con la fragua."
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