" HARAGANEAR "

Era la palabra favorita de las mujeres de Cereceda cuando preguntaban a los hombres qué habían estado haciendo toda la mañana los días de lluvia o de nevada.

- He estao toa la mañana arreglando la portera del chicorzo de las cabras, decía el marido.

La mujer, que era " adivina " y conocía a su marido, se acercaba a la lumbre con las tenazas y decía " has estao haraganeando p´al corral sin hacer nada de provecho."

Otras veces el marido se pasaba la mañana preparando algún briendo para la limpia o alguna brienda para encerrar la paja, pero le faltaban herramientas y con la zuela " era difícil que el trabajo, además de elegante, fuera rápido.

El P. Macías me dijo que la palabra de Cereceda era haraganear, porque haragán es la persona que tiene poca disposición para hacer algo que sea de provecho y requiera esfuerzo, como es el trabajo.

Yo siempre digo haraganear, que es, a menudo, lo que yo hago cuando estoy en mi huerto junto al mar y que era, según el P. Macías, lo que hacían las mujeres cuando iban a los " pejugales " que tenían  "alredor " del pueblo.

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