El regato EL MATO
En la dehesa boyal de Cereceda hay unos cuantos regatos. Unos nacen en fuentes que hay en la dehesa y otros le llegan desde El Codorro o desde el término municipal de Cilleros.
Un regato es un arroyo pequeño.
Los regatos suelen llevar agua todo el año. Mucha más en invierno y primavera que en verano y otoño.
El más importante de esos regatos es el Regato que baja desde el Mato hacia la carretera de la Peña el Gato, la cruza bajo el puente de la Azebea y continúa su curso hasta morir en la orilla izquierda del río Yeltes.
Ese regato cuando llega el invierno se hiela algunos años. Otros años presenta imágenes preciosas con la nieve en sus riberas y con los árboles - casi todos robles o bardones de roble - desnudos y tristes.
Quizás los consuele un poco la nieve que se queda por unos días en sus ramas y, con su peso, ayuda a que se caigan los " secarones ", las ramas muertas del árbol.
Nadie lo molesta. Ni vacas, ni cabras, ni ovejas, ni " gatos " a juntar las hojas caídas de los robles, ni " gatas " a recoger ramas secas, ni los mozos del pueblo que, vísperas del comienzo del verano, buscan en sus proximidades robles " altos y derechos " para poner en mitad de la Plaza el San Juan.
Los jabalíes que hozan en sus orillas, los conejos y las liebres que acuden a beber sus aguas cristalinas, todos, todos están refugiados en las escoberas y en los gelechos de sus proximidades.
Y las ranas de la poza de la Azebea, escondidas en el barro y entre las hojas "podridas " que el agua ha arrastrado hasta allí, sueñan con noches veraniegas y su croar a la luz de la luna de julio y agosto.
El paisaje es , en invierno, más hermoso que durante el resto del año.
Foto pinterest.es
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