domingo, 13 de febrero de 2022

 SI EL LABRADOR PENSASE EN LA SEQUÍA, no labraría





Ya he explicado en muchas ocasiones todas las faenas del campo hasta llevar el trigo a la fábrica de harinas de Arroyomuerto ( San Miguel del Robledo ).

También he escrito varios artículos sobre la " vista del labrador puesta en el cielo " a la espera de las lluvias, las heladas, la nieve o las tormentas.

Yo le comenté muchas veces a mi padre que el año que sembrábamos la Hoja de Abajo podíamos coger tantas fanegas de trigo. En esa Hoja teníamos más tierras y mejores.

 Pero mi padre decía que eso era el cuento de la lechera.

Se necesitaba buena simiente, abundancia de estiércol o de mineral - que luego pagaríamos a Ceferino de Tamames al recoger la cosecha -, buen tempero en la siembra, lluvias en Enero, nieves en febrero, sol en marzo y abril, lluvias en mayo y calor " sin pasarse " en junio, para llegar a la siega sin tormentas y abundancia de sacos para llenar en las Eras.

Era un sueño de muchos días.

Mi tío Horacio me enseñó que " si el labrador estuviera pensando en la sequía, nunca sembraría " porque es imposible saber si habrá primavera lluviosa o primavera seca.

Este año se anuncia sequía pero los labradores ya sembraron antes de los Santos.

A los labradores de Cereceda, hoy jubilados en su mayoría, no les asusta la sequía porque " no han tirao ni un grano de trigo en las tierras ", me dicen desde el pueblo.


Foto  google.com

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