¡ CHILLA !   pero trilla

A muchas gatinas y gatinos  les hará sonreir la lectura de este artículo.

Era una frase que se escuchaba en las Eras y en el Teso y en la Jacera y en todos los prados en los que se trillaba.

La gente menuda nos cansábamos de dar vueltas y vueltas en el trillo de las vacas o en el de los burros - aunque en ese trillo era más entretenida la tarea - y pedíamos que alguien nos sustituyera un rato.

Habíamos comenzado la faena a las once de la mañana, habíamos parado para la comida, que, muchas veces, era más al sol que a la sombra, y, cuando llegaban las cuatro de la tarde, ya estábamos " atontados " de tanto girar y girar por la parva.

Entonces pedías a gritos y hasta enfadado que " alguien " te librara un rato del trabajo.

Nos gustaba ser trilliques y ayudar a juntar la parva y a limpiar, pero algunas veces los trabajos de la era cansaban  a los mayores y mucho más a la gente menuda.

Tuve un vecino de lote de las eras que en su familia todos chillaban al momento de subir al trillo y amenazaban con bajarse del trillo y marcharse para casa.

 La frase que se escuchaba era la misma todos los días del verano : ¡ Chilla pero trilla !.

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