UNA FOTO PARA SIETE
La mamá dijo que solamente 7 en la foto porque a ella le desagradaba el número 8, pero siempre había algún pequeño o alguna pequeña que quería salir en la foto.
En las romerías agosteñas al Monasterio de Porta Coeli de El Zarzoso, hemos podido ver " vacadas " de terneros en la finca limítrofe con Cereceda.
Nunca se han molestado a nuestro paso y, quizás, se han quedado con los ojos muy abiertos al contemplar tanta gente con pañuelos de colores taleando por el camino.
Ellos están acostumbrados a ver solamente a la persona que los mueve de un " cuarto " al otro para que aprovechen la hierba o para que no " bostecen " cuando la comida escasea en una zona.
Los churros y las churras siempre fueron algo " maravilloso " para los gatines de Cereceda, pues se criaban en nuestros corrales.
Recuerdo con especial " cariño " a una señora " gata " y a la su " gatina " que me contó cómo lloraban las dos cuando el su padre llevaba alguna churra a la feria de Tamames para venderla.
- " El regreso al atardecer sin la churra nos llenaba de pena porque la vaca se pasaba la noche llamándola. Y te digo que los " cuartos " que traía en la cartera no nos servían de consuelo. Pero hacía falta el dinero y con dos vacas y una novilla teníamos bastante pa el trabajo y pa pagar el reparto ".
Así era la vida antaño, cuando criábamos ganado y teníamos que venderlo.
Yo lloré más de una vez cuando mi padre vendió alguna cordera o algún churro.
Los " gatines " nacíamos ganaderos.
Foto pinterest.es
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