CIRUELAS SIN HUESO
Ayer compré ciruelas rojas en una tienda de fruta. Yo la llamo frutería, pero a su dueño - que es extranjero - le gusta llamarla " tienda de frta ".
Eran gordas y con muy buena vista.
El precio no lo digo porque a lo mejor alguna " gata " se asusta y me echa una riña.
Esas ciruelas, que estabn muy ricas, me han llamado la atención porque su hueso es " enano ".
El 97 % de la ciruela es carne.
Además el hueso se desprende muy bien.
Yo recuerdo las ciruelas " claudias " que había en muchos huertos del pueblo y a las que los " gatines ", que íbamos en verano a dormir a las Eras, visitábamos algunas noches.
Esas ciruelas estaban verdes pero, como eran " robás ", estaban muy buenas.
En Cereceda había ciruelos a la " punta arriba " de los linares y en las orillas. Esa localización nos permitía " coger un puñao de ciruelas " cuando pasabas por el camino sin entrar en el huerto.
- Las ciruelas están en el camino, por lo que son de cualquier vecino que pase por aquí ", me dijo un " gato " una mañana que lo sorprendí " robando ciruelas ".
En el suelo había trozos de ramas de otros visitantes que " abangaban " las ramas con algún palo o con la " cayá " y así las cogían.
Mi padre tenía en el huerto de casa un ciruelo de ciruelas azules o moradas, que tenían el hueso pegado a la carne y que estaban muy dulces, pero como no las cuidaba, solían criar gusanos.
Quiero rendir un homenaje a un ciruelo de ciruelas " cagalorias " que tenía mi abuelo Matías en un linar al Rescambrón : pequeñas y con el hueso a pico.
Estas ciruelas merecieron que en el nº 3 de la Revista PATALOSO, Arístides Álvarez Martín les dedicara unas líneas en un artículo titulado " El regato del Rescambrón ".
Foto Google.com
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