EL TÍO DEL SACO
En Cereceda siempre nos amenazaban " con el tío del saco " y nunca con el hombre del saco.
La palabra " tío " tenía un significado de grandiosidad, de un hombre grande y fuerte, capaz de llevarse en su saco a dos o tres y hasta cinco muchachos, pues su fuerza era gigantesca.
¿ A dónde se los llevaba ?.
Según una gata " vieja " que vivía en la calle Larga, se los llevaba " pa los Rasos ",
Los Rasos son una pequeña elevación en los límites de Cereceda con San Martín del Castañar y con La Nava.
En los Rasos hay un agujero del que siempre se ha hablado que es un volcán apagado.
En los Rasos vivían José el de los Rasos y Juana la de los Rasos con sus dos hijas.
Yo subí un año a buscar " patatas pa sembrar " porque aquellas patatas estaban acostumbradas a pasar más frío que las patatas de Cereceda.
Otra " gata " me dijo que el " tío del saco " se llevaba a los muchachos - siempre muchachos malos y desobedientes y llorones - pa las Quilamas ".
Las Quilamas es el nombre de una sierra cercana a La Bastida, llena de leyendas fantásticas y de cuevas repletas de tesoros, en las que, según Don Saturnino, un " gato " herrero y maestro, se encuentra el Tesoro del rey Don Rodrigo, el último rey godo.
A los muchachos de Cereceda " el tío del saco " nos metía poco miedo porque en un pueblo sin luces en las calles, ni en los corrales y ni en los chicorzos, era difícil que " un tío con un saco " nos asustara, porque en las noches de invierno te cruzabas por la calle con muchos " gatos " cargados con un saco paja al hombro, sujeto con la mano izquierda y con un farol en la mano derecha.
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