" CREO QUE SI MIRAS AL CIELO, acabarás teniendo alas "

Siempre me ha gustado mirar al cielo.

Seguramente porque mi padre me enseñó a mirar al cielo, cuando era niño, para intentar adivinar el buen o mal tiempo de aquel día. 

Hoy continúo mirando al cielo porque tengo la suerte de vivir en la costa mediterránea y en esta tierra el cielo suele estar limpio todos los días del año.

En Cereceda, y en verano, aprendí a mirar al cielo.

Para ver si el sol se iba a marchar pronto camino de La Puebla, sin detenerse en Zarzoso, porque esa marcha indicaba la hora de descansar.

También aprendí a mirar al cielo en las tardes veraniegas para trillar tranquilo o para pensar en abarañar la parva porque las nubes negras amenazaban tormenta.

 Me gustaba mirar al cielo por las noches. Noches estrelladas con el Camino de Santiago sobre Cereceda y la alegría de ir encontrando, poco a poco, las constelaciones y sus nombres.

Hoy sigo mirando al cielo por la noche para ver la hermosura de las estrellas.

Luego bajo la vista hasta el agua del mar para verlas bañándose con su bikini de luz  sin miedo a las olas ni a los peces ni a la luna que algunas noches acude a bañarse entre ellas.

NOTA . - La frase es de Gustave Flaubert  ( 1821 - 1880 )  novelista francés.

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