ARA HONDO Y ECHA ESTIÉRCOL y olvídate de los libros del PPO.
La frase es del tío Fael, el agricultor y ganadero y albéitar - " veterinario popular " - de Cereceda, aunque él empleó otro verbo distinto.
El PPO fué un programa que llegó a los agricultores de Cereceda - desconozco si con ese mismo nombre - cuando yo realizaba mis primeras experiencias como maestro en pequeños pueblos de Vizcaya.
Algunos de los profesores se hospedaron en la posada de mis padres y yo asistí a alguna clase de " poda de árboles frutales ".
Por consejo de estos especialistas mi padre plantó árboles frutales - manzanos, ciruelos, perales, cerezos, nogales y melocotoneros - en el huerto de la calleja El Castaño.
Ese huerto lo estaba dejando que se emplaizara en algunas zonas, pues mi hermano y yo habíamos emigrado y las fuerzas para trabajar habían disminuído en la familia.
Además de la poda de los frutales daban consejos sobre agricultura a los labradores del pueblo, que ya iban en " cuesta abajo " pues llegaron por el año 1964 y desde el año 1960 la despoblación - con la emigración - se había apoderado de Cereceda.
En 1960 había 431 habitantes y en 1970 quedaban 246. El pueblo había perdido la mitad de la población.
Los gatos " viejos " no se apuntaron a esos cursos porque consideraban que ellos " sabían ya mucho más de lo que esos señores de la capital les podían enseñar ".
La frase se la dijo a mi padre un día que estaba con un libro de Agricultura en la calleja el Castaño y el tío Fael tenía un huerto al lado del nuestro.
Así " se las gastaban " los " gatos " viejos de antaño.
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