EL OFICIO DE TINIEBLAS
Cuando yo era monaguillo en Cereceda - del año 1947 al año 1953 - la llegada de la Semana Santa venía unida a mi carraca y al Oficio de Tinieblas.
El Oficio de Tinieblas era una celebración que se llevaba a cabo los días de Miércoles Santo, Jueves Santo y Viernes Santo, " después de venir las cabras ".
Se trataba del rezo de la Liturgia de las Horas, según el antiguo breviario romano, pero que en Semana Santa se anticipaba a la víspera por la tarde, y que, al caer la tarde, tenía la peculiaridad de hacerse en las " tinieblas ".
Durante este oficio, todas las luces de la iglesia estaban apagadas y en el centro había un candelabro - llamado TENEBRARIO - con quince velas encendidas.
Durante el oficio, al finalizar cada salmo se apagaba una vela, con el apagavelas.
Se apagaban catorce velas y la superior se llevaba a la sacristía vieja que estaba en el lado de las niñas , mientras se cantaba el Miserere.
Terminado el Miserere, que cantaban don Antonio y el señor Eleuterio el sacristán, llegaba el " estrépito " con ruido de carracas, el carracón de la iglesia manejado por dos mozos, y el golpe de los bancos en el piso de la iglesia que era de piedras de cantería.
Recuerdo el nombre de algunos mozos - descansen en paz - que llevaban varas de arar rotas y con el recatón golpeaban en el suelo.
Con el " estrépito se simulaban los trastornos naturales que sobrevinieron al morir Jesúcristo.
En la Semana Santa de 1960 el Oficio de Tinieblas había desaparecido de la parroquia de Cereceda, y desconozco en qué Semana Santa se celebró por última vez.
Cuando restauramos la Iglesia, yo busqué el Tenebrario en la sacristía y no lo encontré.
El Tenebrario de Cereceda estaba hecho de madera y era un regalo de toda la familia de los Carreteros.
Fotos es.aleteia.org
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