LA SANGRE NO LLEGARÁ AL RÍO
En Cereceda eran muy normales las " riñas " entre vecinos.
Los " gatos " y las " gatas " eran muy dados a discutir por el agua para regar los linares.
Cuando llegaba el verano había que rehacer las pozas rotas por el caudal del invierno, limpiar las regaderas y prepararse para hacer un reparto del agua entre todos los linares.
En alguna zona el agua era de una margen del río un año y de la otra margen al año siguiente.
Un año de patatas y otro año de berzas.
Las berzas con regarlas para " prenderlas " era suficiente.
- Las berzas una vez que prenden no necesitan riego porque si las riegas, crían " porra " y se secan, decían las " gatas ".
Las " gatas " eran especialistas en huertos y linares. Los " gatos " eran especialistas en prados y en tierras.
- " A cada uno lo suyo " que decía mi abuela Fausta y aprendió mi abuela Águeda que bajó de La Bastida tras casarse con mi abuelo Matías, porque en La Bastida había pocas tierras y pocos linares y sólo algún pequeño huerto cerca del casco urbano.
En esas riñas había " mucha palabrería ", mucho grito, pero siempre se decía " la sangre no llegará al río ", aunque se tuviera en cuenta que la riña era junto a la poza levantada con piedras y terrones en el cauce del río.
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