¡ SACA LA PETACA !
Cuando escuchaba esa frase, yo sabía que había algo que celebrar, y que en esa celebración la taberna pondría una parte.
Una jarra vino y unos vasos gordos en el fondo y pesados, me servirían para conocer el festejo.
Una invitación en la taberna del pueblo tenía dos componentes : el vino y el tabaco.
- Juan, han dicho que la tu mujer ha tenido un crío. Saca la petaca, hombre, y lo celebremos con un cigarro de cuarterón.
Siempre me maravilló el manejo de la petaca y del librito de fumar que tenían algunos " gatos ", capaces de echar el tabaco directamente sobre el papel colocado en la mano izquierda.
La mayoría de los fumadores echaban el tabaco en la palma de la mano izquierda, quitaban algún " palo " del tabaco y comenzaban a liar el cigarro con la maestría de los cientos de cigarros liados.
La petaca era una " señal " de distinción que se adquiría con la edad.
Recuerdo con inmenso cariño a un amigo fallecido que a los pocos días del fallecimiento de su padre, me dijo " todo serio " que había heredado la petaca de su padre.
En Cereceda las " gatas " jóvenes heredaban el costurero de su abuela cuando llegaban a la edad de " tener novio y comenzar a bordar el ajuar ".
Una petaca y un costurero, dos tesoros que en Cereceda se heredaban hace muchos años.
Foto Google.com Petaca cuarterón de Malpartida de Plasencia. ( Cáceres. España )
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