UNA HERRADA LLENA DE HUEVOS
Cuando los " gatos " iniciaron el camino de la emigración, los marranos y las gallinas siguieron un camino parecido : Emigraron de los corrales de las casas y se alejaron del pueblo para vivir en unos corrales levantados a una distancia prudencial del casco urbano.
A esos corrales de bloques de cemento y tejado de uralita o materiales parecidos se les bautizó con el nombre de naves.
A esas naves emigraron también vacas y churros, cabras y cabritos, ovejas y corderos y hasta la burra.
Entonces comenzó la herrada, que se utilizaba para sacar el agua de los pozos con el cigüeñal, a servir para llevar pienso a los animales.
Las " gatas " le dieron otro uso a la herrada al regresar a casa desde la nave: traía " huevos a granel " de las gallinas que habían aumentado en número y tenían junto a la nave un espacio " acotado con postes y alambrada " para ellas solas.
- Cuando voy a la nave llevo en la " herrá " el pienso pa las gallinas, y a la vuelta traigo los huevos que han puesto en el día anterior. A veces traigo la herrá llena porque antes tenía cuatro o cinco gallinas y ahora tengo 17.
Huevos de todos los colores y " muchos con dos yemas " me dicen las " gatas ", orgullosas de sus gallinas, porque las gallinas siempre fueron de las señoras " gatas ".
Foto pinterest.es
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