¿ QUE SI VALIÓ MÁS LA CHURRA . . . ?
Ahí están los cuatro viejos del Altozano hablando de los precios de los churros en el mercado de ganado de Tamames.
- A la feria de Setiembre llevé dos churros y una churra. Yo había criao el año de antes una novilla y ya no necesitaba más ganao. Que el invierno es mu largo y las garrobas están mu caras. El Celedonio me dijo que me la compraba pero me ofreció pocos reales.
- Pero el Celedonio era tu consuegro.
- Por esa razón llegamos a un acuerdo. Yo llevaría la churra a Tamames. Él me pagaría la guía y el punto. Lo que me ofrecieran en Tamames me lo daría él por la churra. A mi yerno le pareció bien el trato y mi hija no dijo ná.
- Pero la churra perdió peso con la caminata hasta Tamames.
- Eso nos daba igual porque no la vendí a peso sino " a ojo ". La mejor oferta sería la válida. Yo me inventaría alguna excusa pa no dársela al tratante que lo ofreciera, y la churra volvería a Cereceda pero al corral del mi compadre Manuel.
Mi mujer, por ver contenta a la su muchacha, me dijo que le rebajara algo, aunque fueran sólo treinta reales, Que a la mi Juana, que es mu católica, el rebaje de treinta reales, le sonaba al dinero por el que Judas vendió a Jesús.
- Y, ¿ hubo trato ?.
- ¡ Faltaría más !. Mi compadre y yo somos hombres de palabra. En 470 reales la churra pasó del mi corral al corral del mi yerno . . .
- Al corral de la tu muchacha . . .
- No. Que los corrales son de los hombres y la mi muchacha sólo manda en las gallinas que hay en el corral.
Foto pinterest.es
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