¡ QUÉ PENA DE CARRO !
El carro tirado por vacas era una parte importantísima en la vida de Cereceda.
He señalado en varios artículos que " el mejor regalo del día de la boda, la " espiga ", era que te regalaran un carro. Si además era un carro a estrenar y hecho en Cabrillas, quería decir que te daban trabajo y la forma de realizarlo.
- Yo soy un carro de tres generaciones, me ha contado el carro de la foto.
El abuelo Juan fué quien me encargó en Cabrillas a los pocos años de casarse, cuando comenzó a llevar paja por los pueblos de la Sierra y sacos de trigo a la fábrica de Harinas de Arroyomueerto.
En aquellos entonces ese pueblo se llamaba Arroyomuerto, aunque el abuelo Juan y su mujer María decían Arrumuerto.
Veinte años después se lo regaló a su yerno Manuel, que era de Peralejos. Entonces pasé a ser un carro cacharrero.
¡ La de pucheros, cazuelas, barreñas de matanza y tiestos para flores que yo he repartido por toda la provincia !.
Me llamaban el " carro del cacharrero " y, cuando me quitaban la carga de cacharros de barro, pasaba a llevar sacos de alubias o de garbanzos o sacos de patatas.
Unos veinte años después mi dueño se llamaba Juanín. El nieto del abuelo Juan.
Con Juanín poco he trabajado porque se compró un tractor y una mañana me llevó a la tierra del Raigal y allí me dejó.
Y allí estoy.
Aguanto los veranos y los inviernos, y cada día que pasa mi pértiga es más corta, mis radios de las ruedas son menos y las hermosas escenas de toros de los tableros se han borrado.
Ahora soy " un carro viejo, abandonado en una parcela, al sol y a la nieve ".
¡ Cuántos recuerdos de tardes cargado con sacos de trigo desde la era, lleno de muchachos sentados encima !.
Foto salamancartvaldía.es
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