A ROSAURA LE FALTA EL SOMBRERO
En mi niñez las " gatas " llevaban siempre un pañuelo a la cabeza.
Más tarde pasaron a llevar sombrero de paja en verano, comprado al señor Adelio de Tamames, que acudía un día por semana a Cereceda con su carro tirado por un mulo.
Hoy, como ya son pocas las " gatas " que acuden cada mañana a los huertos o a los linares, se han habituado a llevar el pañuelo y el sombrero encima.
Esmeralda lleva la cesta al brazo y un palo, mucho mayor que su altura, en la mano " por si sale algún jabalín. Que, oiga, ahora hay jabalines por todos los linares. Así, por lo menos, lo asusto.
Siempre que se va al huerto hay que llevar la cesta.
Siempre hay algo para traer. Pueden ser unas patatas tempranas, algún frejón " p`al puchero de mañana, alguna manzana " pocha porque los manzanos son cosa del mi Juan y ya no tiene ganas de hacer ná ".
Hoy, Esmeralda ha olvidado el sombrero porque ayer fué a la peluquería al pueblo de al lado,
Hoy espera la visita de alguno de sus hijos.
- Mire, usted, nunca se sabe cuántos vendrán. Todos son bien recibidos. Su padre y yo los esperamos tós los días.
A mí me ha llamado la atención la posición de la mano derecha de Esmeralda : abierta, preparada para recibir algo.
Yo le he regalado un " Buenos días ", y ella me ha respondido como lo hacían las gentes de Cereceda cuando yo era niño, " nos dé Dios ".
Foto pinterest.es
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