¿ Y EL TINTERO ?
También falta la pluma.
Un pupitre debe tener un tintero y una pluma.
La tinta la preparaba D. Lamberto y la iba poniendo en los tinteros.
Yo gastaba mucha tinta porque " echaba borrones " y, muchas veces, la tinta no llegaba hasta mi cuaderno.
Yo prefería la pizarra y el pizarrín.
Recuerdo que D. Lamberto me decía : La redacción muy bien pero la hoja está llena de manchas. Mi letra era muy " mala ".
En los años que pasé interno en Colegios Claretianos en Extremadura, el profesor de caligrafía consiguió mejorar mi letra.
En la Normal de Maestros había una asignatura que se denominaba Caligrafía.
Mi letra era excelente y ayudé a algunos amigos a " hacer sus cuadernos " aunque D. Manuel Pardo, el profesor, me amenazó con suspenderme si seguía haciendo cuadernos a los amigos.
Mi letra se estropeó en los años de la Universidad.
Mis amigos me prestaban sus apuntes y yo los copiaba con un bolígrafo a gran velocidad. Entre símbolos y abreviaturas mi letra se tornó tan mala como la de la Escuela Unitaria de Niños de Cereceda.
Cuando ponía en la pizarra de la clase las preguntas del examen, las escribía con todas las letras mayúsculas porque alumnos y alumnas se quejaban de mi letra.
Hoy, cuando hago la lista de la compra, tengo que hacerla con todas las letras mayúsculas porque es la forma de descifrar las palabras que he escrito al llegar al supermercado.
Foto pinterest.es
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