LA MEMORIA ES EL ÚNICO PARAÍSO del que no podemos ser expulsados

Nuestra memoria trata de recordarnos los momentos felices y, si nosotros  le ayudamos, todos los recuerdos que vuelvan de nuestra vida serán alegres.

- Los momentos malos vuelven ellos solos cuando menos se les espera, me decía la señora Encarna, cuando me recordaba momentos " malos " del final de la Guerra.

Quizás sea ésa y no otra la razón por la que los " gatos " viejos y las " gatas " viejas me querían contar siempre recuerdos de su niñez y de las fiestas del pueblo cuando eran niños o mozos y, decían que habían olvidado los primeros años siguientes a sus matrimonios.

Una moza soltera me decía que para ella todos los recuerdos eran felices, pues " recuerdo a todos los novios que he tenido y los momentos felices que he pasado con ellos. Nunca podré recordar los momentos " malos " pasados con mis maridos pues no los he tenido ".

Mi tía Luisa me contaba multitud de detalles de " cuando iba a la escuela y los nombres de las maestras que había tenido y quién la llevaba de la mano a la escuela, pero habían desaparecido de su memoria los recuerdos de cuando era de las niñas mayores en la escuela ".

La frase es de Jean Paul, escritor alemán  ( 1.763 - 1.825 )

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