EL LIBRO DE LA MAGIA
Siempre me han llamado la atención los trucos de los magos.
Alguna vez, en mis años de profesor, acudió algún mago a entretener a los alumnos y a los profesores, y, aunque en el código ético de la magia, un mago nunca debe revelar sus secretos, conseguí que algún mago me explicara " despacito, despacito y paso a paso " el truco más sencillo de todos los que había hecho.
Aquel truco me pareció fácil de hacer, pero mi idea era errónea.
Cuando yo lo intenté no me salió ni a la de una, ni a la de dos, ni a la de tres. No me saldría ni a la de treinta.
- Es que para ser mago hay que tener una " gracia " especial, me dijo compasivamente el mago.
Hoy tengo un familiar - un nieto de mi primo Fermín - que es un mago con actuaciones en teatros y televisión.
Lo admiro como buen alumno y como mago que sabe hacer las cosas " sencillas " sin darle importancia a sus " dotes o " habilidades " o esa " gracia " especial con la que algunas personas nacen.
Foto pinterest.es
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